Por qué no se rompen las alas de los insectos
Descubren que el entramado de venas impide fisuras y que estas se propaguen por el resto del apéndice
abc.es abc_ciencia Día 24/08/2012 - 15.16h
Las alas de los insectos tienen una vida dura. Se baten a velocidades de vértigo, se giran, se doblan y se chocan constantemente. ¿Cómo lo soportan sin romperse? Un grupo de investigadores ha puesto a prueba la resistencia de las alas de las langostas y han descubierto el secreto de su aguante: las red de venas que las cubren. Las alas de los insectos son diez veces más finas que un pelo humano. Y aunque el material que las forma —cutícula— es muy resistente, su minúsculo grosor hace que se pueda fisurar con facilidad. Y estas fracturas propagarse.
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